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¿Mi periquito tiene pena?

Muchas personas optan por adquirir periquitos como animales de compañía. Efectivamente, son animales muy adaptables a las zonas comunes de los humanos. No precisan de los cuidados comunes de los perros, por ejemplo. Pero pese a esto, son animales bastante peculiares.

Con todo esto, es importante recalcar que todos los animales necesitan atención, cuidados y cariño. Independientemente de si tienen pelo o plumas, dos o cuatro patas. Involucrar a un animal a nuestro día a día, nuestra rutina y entorno puede ser costoso en un primer momento. Por lo tanto, debemos tener paciencia, respeto y mucho, mucho amor. No olvidemos que son animales. No basta con una riña y algunos gritos. Su conducta es la sucesión de enseñamientos.

Dejando a un lado esto, sigamos. Los periquitos; que animales tan sentimentales, ¿lo sabías?

Un pájaro simpático

Por norma general, miden unos 18 cm de la cabeza a la punta de la cola. Esto puede varia un poco según el tipo y la forma, y oscilan en un peso de alrededor de 35 gramos. La media de vida estimada son unos 10 años aproximadamente. No subestimes tu poder; depende mucho de los cuidados que tengas con él y su nivel de felicidad. Son animales tendentes a la tristeza si se encuentran en soledad. Son muy sociables y alegres. Gustan de vivir en pareja, odian la soledad y con los que puedes conseguir un vínculo muy fuerte si les dedicas atención. Recalco esta idea; son animales extremadamente sociables. Suelen vivir en grupo o en pareja, aunque son territoriales tanto con su misma especie como con otros pájaros. Las hembras encabezan esta idea por lo que, muchas veces, compartir jaula con dos hembras puede resultar un tanto «movido». Una virtud importante si lo que queremos es tener uno viviendo con nosotros es que, debido a su gran inteligencia, se acostumbran rápidamente al trato con humanos y son bastante agradables con ellos.

Un consejo bastante importante es que, si nuestra idea es hacernos con más de un ejemplar, esto lo hagamos desde el principio. Debido a su alto grado de territorialidad, acostumbrarlos desde el principio a la idea de compartir su «casa» nos beneficiará a todos.

Empieza creando su hogar

Lo primero que debes tener en cuenta, es dónde va a pasar su día a día. La jaula. En ella, debe disponer de dos elementos básicos; agua y comida. Es importante que, cuando el periquito acaba de llegar, se le meta en la jaula y no se saque de allí en al menos dos semanas. Este paso ayuda a que la mascota se sienta cómoda y segura en ese ambiente. Tratar que la jaula esté ubicada en algún lugar en donde reciba luz natural y una ventilación adecuada. Y como pasa con todos los seres vivos; una correcta higiene. Cambiar el agua todos los días. Revisar el mantenimiento seco y fresco de la comida.

En cuanto a la alimentación de los periquitos. En el hábitat natural se alimentan de semillas maduras de pastos y otras plantas que cubren el suelo. Estas le proporcionan la energía y todos los nutrientes necesarios. Así debemos alimentarlos en casa; mezclas de granos de mijo y otras semillas. Y, de vez en cuando, ofrece fruta fresca, hojas verdes, hierbas o verdura.

Además de los básicos imprescindibles, podemos añadir más comodidad. Juguetes ¿pero cuáles? Pues aquellos que le recuerden a su espacio natural. Palos de madera, algún recipiente para el baño, arena en el fondo de la jaula para la absorción y desinfección de los excrementos además de proporcionar valiosos minerales e incluso estimula la digestión.

Un ave peculiarmente humana

Una de las cualidades más destacables es que este ave, puede padecer melancolía. Su elevado nivel de sociabilidad, unido a las atenciones por parte de sus dueños, le llenan el corazón de alegría. Por tanto, debemos estar atentos a esa pena, no dejar pasa el tiempo y acudir al veterinario.

Por otro lado, con mucha dedicación y paciencia puede aprender a hablar. No podrá recitarnos una obra de Pablo Neruda, pero sí alegrarnos con sus palabras y silbidos. Además, con su lenguaje corporal puede transmitirnos más información de lo que pensamos.

En cuanto a su edad, se puede dar el caso de un periquito perdido y que, decidamos acogerlo. Tengamos en cuenta que, cuanto más oscuros tengan los ojos más jóvenes son y cuanto más despejada tenga su frente de líneas y rayas más adulto es. Pese a esto, si el ave ha llegado a nosotros por cuestiones del destino; acudamos al veterinario para asegurarnos de que todo está bien.

Destacaremos su afición a la música y a los sonidos distintos. Digamos que puede ser un compañero perfecto para ver la televisión después de comer. Y por último un sentimiento muy bonito; la fidelidad.

Si estás pensando en tener esta ave tan peculiar, verás como rápidamente se hace un hueco en tu hogar. Como siempre decimos; los animales reciben nuestro cariño y dedicación devolviéndonos su amor de la mejor manera que saben.

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