Ícaro se acercó. • Iberica Feeding Stuff
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La mitología griega explica los orígenes del mundo y detallan las vidas y aventuras de una amplia variedad de dioses, héroes y otras criaturas mitológicas. Esto, llega nuestro conocimiento a raíz de la literatura griega. Le sirve a una comunidad para dar explicación a cuestiones concretas. Para dar sentido a elementos que pueden parecer distantes o lejanos. Inexplicables, abstractos y complejos. Narraciones que tenían como protagonistas a los dioses; los auténticos referentes del bien y del mal.

Un vuelo ambicioso

La historia de Ícaro se presenta como la ejemplificación de la desobediencia o de las ganas de volar mas alto. Cuando la libertad se ve mermada, una alas capaces de sacarnos de esa situación crean la adrenalina necesaria para salir a flote. Muchas veces, esa energía puede jugarnos una mala pasada. Los consejos, las advertencias de los mayores, son grandes lecciones de vida.

Ícaro es el hijo de Dédalo, genio de la antigüedad que le mostró a Ariadna cómo Teseo podí­a encontrar el camino en el laberinto de Minos. Aquí era donde se encontraba el Minotauro, un monstruo con cuerpo de toro y cabeza de hombre. Con esta ayuda, Teseo fue capaz de matar al Minotauro. El rey Minos, rey de la isla de Creta y padre del monstruo, muy molesto y herido, encerró a Dédalo con su hijo en el laberinto.

Dédalo decidió escapar de la isla en secreto, pero Minos controlaba las aguas y la tierra. Con esta situación tan complicada, Dédalo se puso a trabajar para fabricar alas para él y su joven hijo. Enlazó plumas entre sí uniendo con hilo las plumas centrales y con cera las laterales. Creo unas alas semejantes a las de un pájaro. Dédalo batió sus alas y pudo suspenderse en el aire. Entonces, equipó a su hijo de la misma manera, y le enseñó cómo volar. Cuando ambos estuvieron preparados para volar, Dédalo advirtió a Ícaro que no volase demasiado alto, ya que el calor del sol derretiría la cera, ni demasiado bajo porque la espuma del mar mojaría las alas y no podría volar.

Ícaro fascinado por lo maravilloso del vuelo se elevó por lo aires, no hizo caso a su padre, quien no pudo impedirlo. Se sintió dueño del mundo y quiso ir más alto todaví­a. Se acercó demasiado al sol, y el calor que había derritió la cera que sostení­a sus alas, por lo que las perdió. El temerario joven acabó precipitándose en el mar, donde murió.

El origen de Icaria

Su padre lloró y lamentando amargamente sus artes, y, en su memoria, llamó Icaria a la tierra cercana al lugar del mar en el que su hijo había caído. Dédalo llegó sano y salvo a Sicilia, donde quedó bajo la protección del rey ​Cócalo. Allí construyó un templo a Apolo, en el que colgó sus alas como ofrenda al dios.

Icaria es una isla griega ubicada a 19 km al suroeste de Samos, de clima mediterráneo. Es conocida como la isla donde la gente se olvida de morir. Debido a su buen clima, sus alimentación y costumbres, la esperanza de vida de los habitantes de esta isla es notablemente elevada.

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