¿Cuánto frío tiene mi perro?

Estamos inmersos en una borrasca de frío y nieve. Ha arrasado con gran parte del país, dejándolo en «riesgo extremo», por nieve y ahora; por frío. Filomena, la sexta borrasca que llega a España en los últimos meses. Como tal, y por producir cambios e impactos en la vida de los ciudadanos, recibe su nombre a partir del número que corresponde en el abecedario: F.

Esto, ha producido la sorpresa para muchos que, no habían visto nevar nunca con esa magnitud en sus ciudades. Calles totalmente cerradas al tráfico, parques y lagos congelados, nieve en los balcones. Todo esto, con su correspondiente parte negativa: cortes de luz, coches sin poder avanzar en las carreteras, bajo suministro en los supermercados, caídas, golpes y fracturas.

Puede ser peligroso

No vamos a negar lo evidente; era una novedad que pocos han podido resistir. Sacamos la ropa del armario, guardada para aquél viaje a la nieve que ha quedado un poco apartado. Gorro, abrigo y botas. Salimos por la puerta. Y, como tenemos animales domésticos; los sacamos. Pero… ¿sabemos cuánto frío puede pasar nuestro perro?

La Dirección General de Derechos de los animales, ha querido dejar constancia de la importancia de tener especial cuidado con nuestros animales. Como bien se ha dicho en otras ocasiones, ellos dependen de nosotros.

Por supuesto, existen situaciones en las que, por ejemplo, nuestros perros, deben salir. Hacer sus necesidades e incluso, gastar esa energía contenida durante horas, forma parte de su rutina diaria. Por lo tanto, hay que prestar atención a sus almohadillas. Además, el peso y el tamaño del can es importante. Varía su soportabilidad al frío, llegando a ser crítico.

No olvidarnos de las aves. Tened en cuenta su correcto acceso a agua y comida. Especial cuidado con la humedad o el agua que pueda tener contacto directo con ésta. Debemos estar atentos que siempre se encuentre seca y evitar la aparición de parásitos.

No olvidarnos de los que están fuera de casa, por desgracia. Tanto personas como animales, en episodios como éstos, ven agravada su situación de manera alarmante. Hagamos todo lo que esté en nuestra mano para evitar agravar la situación. Por lo que respecta a los gatos, felinos que por su especial flexibilidad y tamaño, suelen buscar la fuente de calor en los coches. Unos golpes previos a arrancar, ayudan a que éstos puedan salir y evitar una desenlace fatal.

Y por último, no olvidar aquellos animales a los que tenemos ya como visitantes habituales de nuestras calles o portales. Siguen necesitando la comida que, al recoger la mesa, queremos que ellos también la disfruten. Nunca dejar esta comida directamente en el suelo o en la calle. La humedad está más presente que nunca.

Disfrutemos con cabeza

Con todo lo que estamos viviendo, la prudencia es una gran aliada. Disponer de un buen calzado y abrigo. Si cogemos el coche; cadenas. Provisionarnos de productos no perecederos. Para nosotros. Para ellos. En IFS disponemos de alimentos para nuestros animales, con envases de diferentes tamaños. Conservarlos en sitios frescos y secos, permite tener estas provisiones necesarias durante más tiempo.

Una buena alimentación, les proporciona los nutrientes y las grasas necesarias para soportar correctamente el frío, disponer de energía y, ya sea dentro o fuera de casa; disfrutar de las vistas.