El ser humano ha ingerido carne desde tiempos lejanos. El consumo de carne animal ha sido y es, para muchos, uno parte indispensable de su dieta. Por supuesto, existen otras opciones en cuanto a la alimentación se refiere, como el veganismo o el vegetarianismo entre otros. Todos, opciones respetables y aceptables si se deciden de forma responsable y teniendo en cuenta que con ellas, se suplen todos los nutrientes y vitaminas necesarias para el correcto funcionamiento de nuestro sistema. Por lo tanto, optar por una u otra opción no debe suponer rivalidad entre personas. El respeto y la tolerancia hacia las diferentes opciones personales de cada uno, es la base de una buena convivencia en sociedad.
Centrándonos en las personas que optan por introducir en su dieta este alimento, la carne, debemos resaltar que tanto la cantidad como la calidad es relevante. La cantidad en cuanto a no desviar nuestra dieta a un solo alimento, lo cual puede producir déficit, enfermedades y variaciones en el sistema digestivo. Recalcamos que, todo en exceso puede resultar perjudicial. La calidad, se centra tanto en la propia calidad del alimento como de la vida misma del animal. El bienestar animal debe ser uno de los objetivos primordiales de los ganaderos, junto con la preocupación de basar su alimentación en buenos ingredientes y con todos los nutrientes necesarios. Esto, a su vez, repercute en nuestro cuerpo.
Su consumo
El consumo de carne, aporta a nuestro organismo, ya que:
- Es una fuente de vitamina B12; esta vitamina nos ayuda a metabolizar proteínas, a formar glóbulos rojos y a darle mantenimiento al sistema nervioso central.
- Es rica en zinc, que ayuda a protegernos contra el daño oxidativo, a la cicatrización de la piel y para crear hemoglobina.
El consumo mundial de carne aumentó un 58% hasta 2018 para llegar a 360 millones de toneladas. En la actualidad, comemos cinco veces más carne que a principios de la década de los 60. Este incremento se debe tanto a:
- La creciente población mundial
- A un mayor consumo por persona.
- Aumento de ingresos
Según la OCDE, el ranking de países en los cuales, se consume más cantidad de carne es:
- EEUU
- Australia
- Argentina
- Uruguay
- Israel
- Brasil
- Chile
- Canadá
- Unión Europa
- Nueva Zelanda
La explicación se basa considerablemente en los tres factores descritos anteriormente unido a, la gastronomía de los mismos. Por citar algunos ejemplos, Argentina es mundialmente conocida por sus empanadas y asados. Eventos familiares y sociales, en los cuales el consumo de carne prima hasta considerarse fundamental.
Además, el tipo de carne injerida también varía, siendo en unos más considerable el consumo de carne de res y en otros, el de aves de corral. Esto, puede deberse tanto al precio de los mismos, a la gastronomía, a la asequibilidad de oferta de distintas carnes o a la producción nacional.
Dieta equilibrada
Como se ha dicho antes, ninguna opción de rival de la otra. Se debe respetar la decisión personal de ingerir o no algún alimento ya sea por salud o convicción. Pero, esta decisión no debe desplazar el equilibrio nutricional que necesitamos. Para la parte de la población que ha decidido incorporar la carne, destacar que, junto con este alimento, no debemos olvidarnos del pescado, las frutas y verduras. Los carbohidratos, las grasas saludables, frutos secos y las legumbres.
Hacernos con la verdadera dieta mediterránea, disfrutando de la gran gastronomía que ofrece España. Tanto sus platos de costa, como los de montaña. Platos típicos del norte, sur, este y oeste de la península. Adquirir hábitos saludables y ante todo; disfrutar de la buena comida.
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